Tarta chiffon de naranja

Receta para una ligera tarta casera, espumosa y sabrosa, ¡que no contiene mantequilla!

 Una tarta “chiffon” es un pastel espumoso que no contiene mantequilla. Su altura y su ligera textura vienen de claras de huevo montadas y luego mezcladas con una masa de yemas, azúcar, aceite, harina, levadura, y algo que le da sabor. En este caso utilicé piel y zumo de naranja, pero puede ser vainilla, almendra, chocolate… Como no contiene mantequilla, no se seca tan rápido como las tartas tradicionales. Y es más saludable, con menos calorías (aunque, ahem, depende de cúantos trozos te comes). Además, al ser bastante resistente (a la vez que ligera y esponjosa), se presta muy bien a una cobertura, o incluso un relleno. Aunque no lo necesita, aquí me limité a adornarlo con una fina capa de azúcar glasé pasado por un tamiz.

 

Necesitas:

5 huevos, separados

220g de azúcar

120ml de aceite vegetal

Piel rallada de 1 naranja

240ml de zumo de naranja, recién exprimida (aprox. 2 naranjas, una de las cuales puede ser la naranja de la piel rallada)

250g de harina con levadura (o 245g de harina + 2 cucharaditas de levadura en polvo)

Azúcar glasé para decorar

 

Calienta el horno a 180ºC. Prepara un molde cuadrado de aprox. 22x22cm (aunque la verdad es que no pasa nada si es un poco más grande o pequeño, o incluso rectangular o redondo), untándolo con mantequilla y forrándolo con papel de cera.

Bate las claras de los huevos a punto de nieve, añadiendo poco a poco 80g de azúcar. Vierte la espuma en otro bol, para poder utilizar el mismo bol para el resto de la masa (así evito un lavado del bol de mi KitchenAid, je je, todo para ahorrar trabajo...).

Bate juntos las yemas de los huevos y los 140g del azúcar restante hasta conseguir una crema espesa y pálida en color. Sigue batiendo mientras añades, poco a poco, el aceite vegetal.

Añade la piel rallada de naranja, y mezcla. Ahora añade un tercio de la harina, la mitad del zumo de naranja, otro tercio de la harina, la otra mitad del zumo, y para terminar el último tercio de la harina, mezclando cada vez que añades un ingrediente.

Añade un tercio de la espuma de las claras de huevo, y mezcla con una cuchara para “soltar” un poco la masa de las yemas. Ahora añade el resto, mezclando justo hasta conseguir una masa homogénea (para no quitar todo el aire a la espuma).

 

Hornea durante unos 40 minutos, o hasta que un cuchillo clavado en el centro salga limpio. Déjala enfriar antes de adornar con azúcar glasé y desmoldar. ¡A disfrutar!