Cómo hacer un disfraz punki
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En este artículo te damos pistas para crear tu propio disfraz punki, idóneo para Carnaval, una fiesta de disfraces o una fiesta de los años 80. Si buscas más ideas para una fiesta años 80, echa un vistazo a esta página de nuestra revista, o a nuestro tablero en Pinterest. Si buscas más ideas para disfraces creativos, tienes este índice de artículos en la revista y en el blog, y este tablero en Pinterest.
Cuando recordamos los años 80, pensamos en el movimiento punki, y como este estilo ofrece tantas posibilidades de disfrazarse, este artículo hablará de cómo arreglarte el pelo, el maquillaje y la ropa para conseguir un disfraz punki. En otros artículos hablaremos de otras posibilidades de disfraces de los años 80, ¡que también son muchas!
Algo que es importante entender antes de empezar es que el estilo “punki” nació como un rechazo a la era del consumismo. Piensa en el estilo “disco” de los años 70 y 80, intenta imaginar lo opuesto a eso, y entenderás un poco mejor el “alma” del punk. Con su pelo sucio, su ropa rota, y su piel perforada, los punkis intentaban transmitir “autenticidad”, originalidad y un desinterés por las cosas materiales. No querían ser “guapos”, no querían parecer sanos, huyeron de lo simpático y lo bueno en búsqueda de un mundo más duro y más interesante.
El estilo fue bastante “unisex”, así que la mayoría de las ideas que presento mas abajo valen tanto para chicos como para chicas. A veces las chicas incorporaban elementos femeninos como faldas y pintalabios, pero siempre matizados con un elemento “anti-guapo”, como cadenas, o piercings.
Empezamos con las ideas:
Primero, el peinado. Vamos a suponer que no te apetece afeitarte la cabeza para conseguir un auténtico Mohawk (cabeza rapada salvo una línea de pelo en el centro que se llevaba en posición vertical con la ayuda de mucho gel), un Chelsea (popular entre las chicas, se afeita la cabeza dejando dos piezas delante como flecos), u otro de los muchos estilos creativos y divertidos pero quizás más permanentes de lo que buscas para tu fiestas. Aquí os ofrezco ideas para un peinado que requiere un poco de trabajo pero que no afectará cómo te ven en el colegio o en el trabajo al día siguiente...
1) Añade mucha laca y/o gel para que tu pelo no esté ni liso ni brillante. Necesitas que tu pelo parezca sucio – piensa en lo opuesto a un anuncio de champú, y captas un poco la idea. Buscas un efecto despeinado y manchado.
2) Para añadir color, aplica un poco de spray en las puntas, o en forma de mechas. El color debe tener mucho contraste con la base del pelo, por ejemplo verde, naranja, fucsia, blanco (en pelo negro), rojo...
3) Para moldear tu pelo en picos (una alternativa más sana que afeitar tu cabeza, y más fácil que una peluca), necesitas bastante gel para darle forma y un poco de spray para darle color. Otra opción es ponerte una peluca punki.
4) Confecciona tu propia peluca punki con una peluca calva y una peluca normal. Corta un trozo de la parte central de la peluca normal y pégalo a la peluca calva para un “mohawk” casero.
Maquillaje:
La pieza clave es el delineador de ojos negro. Aplícalo alrededor de los ojos, arriba y abajo, pero no de forma perfecta. Estaría bien que parezca que hayas estado llorando (¡imagino que eso no sería muy difícil conseguir si tu madre o tu pareja te pilla con esos pelos!). También lo utilizaban los hombres.
En los párpados, aplica un color oscuro, como morado, negro, azul marino, o un color neón, como rojo, kiwi, etc. El objetivo es sorprender, y también dar un aspecto sucio. De hecho, ¡quedaría aún más auténtico si lo aplicaras unos días antes de la fiesta!
Para los labios (esto sólo para las chicas), un color fuerte, llamativo y chocante. Dominaba el negro, para conseguir un look enfermo, pero también se llevaba bastante el rojo fuerte.
Bisutería:
Sobre todo plata y negro. La bisutería más utilizada combinaba cuerno negro con plata, por ejemplo en pulseras y collares con una banda de cuero y picos plateados.
El imperdible llegó a ser casi el “símbolo” de la época punki. Puedes llevar imperdibles en vez de pendientes, o utilizarlos en vez de botones para cerrar tu camisa o chaqueta. También se utilizaba para “arreglar” una rotura en los pantalones o medias. Un toque divertido sería crear un collar o pulsera de imperdibles.
Utiliza cadenas de color plata con libre albedrío. Envuélvelas alrededor de tu cinturón (o utilízalas como cinturón), fíjalos en las botoneras de tu camisa o chaqueta, envuélvelas alrededor de tu muñeca...
Los piercings en la cara fueron una forma muy común de ir contra-corriente. Si ya tienes piercings en la cara, lo tienes fácil, simplemente pon un adorno “llamativo” como un pico de metal o un anillo. Los que no tengan la cara perforada, pueden fijar un pico pequeño (por el peso) de metal o plástico con cola especial para piel. Algunas tiendas de bisutería o disfraces venden piercings falsos.
Para un toque de gracia (o no...), alrededor del piercing falso, ¡cha un poco de sangre artificial!
Ropa:
Si vas a llevar pantalones, que sean estrechos, estrechos, estrechos. Y negros. Piensa en el opuesto de los pantalones campana de los años 70, y seguro que captas la idea.
Si tienes una chaqueta de cuero negro, adórnala con cadenas de metal gris, picos de metal, pegatinas llamativas, chapas... Lo idóneo sería pintarle slogans anarquistas o el nombre de tu grupo punki preferido, pero seamos realistas...
Aunque el fashion punk fue bastante andrógeno, a veces las chicas incorporaban en su vestuario un elemento típicamente femenino, como una falda, o un poco de tul, pero lo combinaban con elementos “duros” como metal y cuero. Por ejemplo, se puede llevar una falda de tul u organza, pero encima de unos leggins negros y rotos, y adornada con cadenas de metal gris, o con imperdibles. Y nunca con tacones bonitos, siempre con botas planas y gruesas de cuero negro, o con zapatillas sucias estilo baloncesto.
Las medias malla fueron populares entre las chicas, pero siempre rotas.
En los pies, lleva botas de cuero negro, estilo motero (planas o con un poco de tacón), o zapatillas estilo baloncesto.
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