Un snack idóneo para fiestas de Navidad, fiestas de cumpleaños, picnics, meriendas… Es una forma ideal de utilizar restos de masa de hojaldre, pero son tan deliciosos que vale la pena comprar masa de hojaldre sólo para esto. Son tan fáciles de hacer, ¡que incluso puedes pedir a tus hijos que te ayuden! También son un regalo de Navidad original que todos agradecen, si los presentas en una bolsa de celofán con un atractivo lazo.
Necesitas, para aprox. 20 espirales (desaparecen enseguida, que conste…):
1 hoja de masa de hojaldre
150g de azúcar moreno
2 cucharadas de canela molida
Calienta el horno a 180ºC. Mezcla juntos el azúcar y la canela. Extiende la masa de hojaldre de forma horizontal, es decir, que el lado largo del rectángulo este más cerca de ti. Si prefieres espirales más pequeños, corta la hoja en dos. Esparce encima una capa fina de la mezcla de azúcar y canela.
Empezando con el lado más cercano a ti, enrolla la masa, procurando conseguir un rollo compacto y firme. Luego con un cuchillo corta el rollo en discos de aproximadamente 8mm de ancho. Colócalos en una bandeja de horno, y hornéalos durante aprox. 10 minutos, o hasta que cojan un tono dorado. Déjalos enfriar en una rejilla, e intenta evitar que los pequeños se los coman enseguida, ¡el azúcar caliente quema mucho!
También quedan deliciosos con mermelada de frambuesa en vez del azúcar y la canela.