
Para aproximadamente 8 personas, necesitas:
1 diente de ajo, partido
350ml vino blanco
1 cucharada de zumo de limón
1 cucharada de Maizena® o harina fina de maíz
2 cucharadas de kirsch (coñac de cerezas)
250g queso Emmental
250g queso Gruyére
2 baguettes, cortado en cubitos
También necesitarás una olla de fondue.
Frota el diente de ajo partido en la base y los laterales de una cacerola gruesa. Pon el vino y el zumo de limón en la cacerola y calienta hasta el punto de hervir. Añade, poco a poco, el queso hasta que se funde (¡no lo dejes hervir!). Remuévelo constantemente en forma de zig-zag en vez de círculo, para evitar que se formen bolitas de queso.
Mezcla juntos en un bol pequeño el kirsch y la Maizena, y añade al queso.
Pásalo a la olla de fondue, y sirve junto con el pan. Otros acompañantes deliciosos son patatas hervidas, rodajas de manzana verde (“píntalas” con zumo de limón para evitar que se oxidan), zanahorias crudas, brócoli al vapor, pepinillos…
(Nota: El vino blanco queda exquisito con este plato, pero no es aconsejable servirlo muy frío.)