Tarta de chocolate
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Receta para una tarta casera de chocolate, ¡fácil de hacer y muy deliciosa!
Esta tarta quedará bien en cualquier ocasión - cumpleaños para niños o para adultos, cenas, buffets, ferias del colegio... Es muy fácil de hacer, y se presta a una decoración clásica o creativa. La mejor cobertura para esta tarta es un 'ganache' de chocolate, con su aspecto brillante y sabroso, perfecto para soportar velas. También quedaría bien una cobertura de mantequilla. Una vez que lo hice añadí un poco de crema de cacahuete a la cobertura de mantequilla, fue todo un éxito. Para juntar las dos piezas de la tarta puse una mezcla de crema de cacahuete y Nocilla®. La leche condensada de la receta aporta una textura suave y un sabor un poco más profundo que la receta "tradicional".

Necesitas:
225g de harina con levadura (o 220g de harina con 3 cucharaditas de levadura en polvo)
30g de cacao en polvo
200g de azúcar
100g de mantequilla blanda
200g de leche condensada
100ml de agua hirviendo
100g de chocolate de postre, cortado en trocitos
2 huevos batidos
Calienta el horno a 180ºC. Unta un molde redondo de unos 20cm (preferiblemente uno de esos que se abren) con un poco de mantequilla blanda, y cubre el fondo con un redondel de papel cera. Si tus moldes tienen menos de 8cm de profundidad, necesitarás dos.
Mezcla la harina, el cacao, el azúcar y una pizca de sal en un cuenco grande.
En una cacerola aparte, mezcla la mantequilla, la leche condensada, el agua y el chocolate en trocitos. Calienta a fuego lento hasta que estos ingredientes estén derretidos y mezclados.
Añade esto al cuenco de la harina y el cacao, mezclándolo con una cuchara o con una batidora. Añade los huevos y mezcla hasta obtener una masa homogénea.
Vierte la mezcla en el molde preparado y hornea durante unos 35-45 minutos. Cuando la masa se muestre firme, ya está hecha. (Con esta tarta no resulta fiable la prueba de introducir la punta de un cuchillo para ver si sale limpia). Si se hacen grietas en la superficie, no te preocupes, lo cubrirá la cobertura. Déjala reposar durante 10 minutos dentro del molde antes de sacarla.

Al desmoldarla, déjala enfriar sobre una rejilla. Cuando esté completamente templada, córtala transversalmente en dos con un cuchillo grande (si esto no te sale bien, no te preocupes, con la cobertura puedes arreglar casi todo).
Cubre una de las mitades del pastel con un poco de cobertura o relleno, coloca la otra mitad encima y cubre con el resto de la cobertura. Déjala reposar un par de horas. (Si has cubierto la tarta con un ganache, es recomendable no guardar la tarta en la nevera, el chocolate perderá su brillo.)
Puedes preparar la tarta el día anterior y la cobertura por la mañana. Así, cuando vuelvas del trabajo ¡sólo tendrás que colocar las velas!
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